Todos en nuestras familias tenemos historias, esas que forman el carácter de quienes somos y nos hacen recordar a nuestros antepasados. Una que a mi me contaban de niño era sobre mi abuelo Oscar, me contaba mi abuela que el un día regreso muy triste contándole que un niño le pidió dinero y el se dio cuenta que detrás del niño había un hombre que había mandado al niño a pedir y el no le entrego nada.
Mi abuela en ese momento le comenzó a preguntar como era el niño y como estaba vestido. En eso mi abuela le dijo que como tres horas después de lo que cuenta mi abuelo paso un joven, un niño por el apartamento de mis abuelos y mi abuela lo hizo pasar, mi mama y mi tío eran contemporáneos de edad con ese niño y estuvieron jugando los tres mas o menos una hora y comieron los tres y al finalizar mi abuela le regalo ropa. La descripción del niño y como estaba vestido era igual al que describió mi abuelo, al escuchar esto mi abuelo lloro de emoción.
Nunca creo que se pueda saber si se trataba del mismo niño pero en ese gesto hay algo que aprendí y se reforzó desde que nació Barbara Gabriela y se multiplico luego de que naciera mi bella hija Maria Victoria, todos los niños del mundo son nuestros hijos y debemos velar con amor por el bien de ellos.
Cada año me disfrazo de san nicolas y le llevamos regalos a los niños, pero mas que ese hecho el año pasado en navidad fui al hospital Vargas en mi país y allí habían muchos niños muy graves enfermos, SIDA, Neumonías, etc pero una fe y esperanza y el candor de sus ojos me hacia darle gracias a Dios por poder regalar esos minutos, pero debemos hacer que esos minutos sean a diario. Tengo la suerte de tener a mi lado a personas que sienten esto mismo y de una u otra forma hacemos ese camino: Gracias a Marbeny, mi mama, mi suegra, mi hermano, que cada vez que pueden hacer que esos minutos se haga feliz un niño se logre la sonrisa de un ángel.
Hija te ha tocado la dicha de una familia que te ama y que te hemos podido con esfuerzo dar algunas cosas. Recuerda amor mio que eres parte importante para hacer de este un mejor mundo,
Te amo Maria.
Mi abuela en ese momento le comenzó a preguntar como era el niño y como estaba vestido. En eso mi abuela le dijo que como tres horas después de lo que cuenta mi abuelo paso un joven, un niño por el apartamento de mis abuelos y mi abuela lo hizo pasar, mi mama y mi tío eran contemporáneos de edad con ese niño y estuvieron jugando los tres mas o menos una hora y comieron los tres y al finalizar mi abuela le regalo ropa. La descripción del niño y como estaba vestido era igual al que describió mi abuelo, al escuchar esto mi abuelo lloro de emoción.
Nunca creo que se pueda saber si se trataba del mismo niño pero en ese gesto hay algo que aprendí y se reforzó desde que nació Barbara Gabriela y se multiplico luego de que naciera mi bella hija Maria Victoria, todos los niños del mundo son nuestros hijos y debemos velar con amor por el bien de ellos.
Cada año me disfrazo de san nicolas y le llevamos regalos a los niños, pero mas que ese hecho el año pasado en navidad fui al hospital Vargas en mi país y allí habían muchos niños muy graves enfermos, SIDA, Neumonías, etc pero una fe y esperanza y el candor de sus ojos me hacia darle gracias a Dios por poder regalar esos minutos, pero debemos hacer que esos minutos sean a diario. Tengo la suerte de tener a mi lado a personas que sienten esto mismo y de una u otra forma hacemos ese camino: Gracias a Marbeny, mi mama, mi suegra, mi hermano, que cada vez que pueden hacer que esos minutos se haga feliz un niño se logre la sonrisa de un ángel.
Hija te ha tocado la dicha de una familia que te ama y que te hemos podido con esfuerzo dar algunas cosas. Recuerda amor mio que eres parte importante para hacer de este un mejor mundo,
Te amo Maria.
Comentarios